REGNUM MARIAE

REGNUM MARIAE
COR JESU ADVENIAT REGNUM TUUM, ADVENIAT PER MARIAM! "La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin límites ni reservas." (San Maximiliano María Kolbe)

lunes, 10 de marzo de 2014

LUNES DE LA PRIMERA SEMANA DE CUARESMA


" Como atienden los ojos de los siervos a lo que mandan sus señores,
así nuestros ojos atienden a nuestro Dios y Señor, hasta que se compadezca de nosotros; tened piedad de nosotros, Señor, 
tened piedad de nosotros. Alcé mis ojos a Vos que estáis en los cielos"
(Introito)

Clavar la mirada en los ojos de Jesús para beber su mirada y saciar el alma.
Sí, beber su mirada y recrearse en sus ojos limpios, transparentes ventanales que nos permiten asomarnos a los campos de su Corazón. Campos de infinitos horizontes regados por aguas cristalinas de pureza sin par. Campos repletos de flores de incontables y maravillosos colores; de árboles cargados de frutos suaves y deliciosos.
Son los frutos sabrosos del amor y de la misericordia, de la dulzura y de la sabiduría. Los frutos de la alegría y de la vida.
¡Oh Señor, déjame beber tu mirada! ¡Permíteme contemplar tu corazón a través de tus ojos! ¡Dame a gustar los frutos que atesoras en tus campos!
Redentor mío, toca mis pobres ojos e ilumínalos con nueva luz. Transforma mi mirada después que hayas disipado las tinieblas de mi pobre corazón.
A Ti levanto mis ojos, Señor y Dios mío, esperando que me rodees con tu compasión y me envuelvas con tu piedad.
P. Manuel María de Jesús

No hay comentarios:

Publicar un comentario