REGNUM MARIAE

REGNUM MARIAE
COR JESU ADVENIAT REGNUM TUUM, ADVENIAT PER MARIAM! "La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin límites ni reservas." (San Maximiliano María Kolbe)

viernes, 3 de abril de 2020

VIERNES DE DOLORES



CON AMOR DE HIJA

 Contemplando a la Virgen descubrimos en Ella, sin la menor dificultad y con profunda admiración, como profesa un piadoso y entrañable amor filial hacia Dios Padre. Fue este amor  tan extremadamente puro que jamás hubo en Ella  la más mínima sombra de reserva, de resistencia, de egoísmo, ni de imperfección alguna.
Nadie ha amado tanto al Padre, después de su Divino Hijo Jesucristo, como esta Virgen nazarena. Le amó con toda la profundidad, con toda la intensidad y con toda la perfección con que  una criatura humana puede hacerlo. No le amó más porque una criatura no podría jamás hacerlo más perfectamente ni con mayor intensidad. Le amó siempre, desde el primer instante de su ser, en todo momento y sin  interrupción alguna, ni la más mínima. Le amó durante cada segundo de su existencia y le ama por toda la eternidad.
Esta Virgen, la más perfecta y deliciosa criatura salida de las manos de Dios, es considerada por Dios Padre como su hija predilecta. En Ella encuentra el Padre sus complacencias, porque cuanto hay en María todo es del sumo  agrado de Dios Padre.
¿Cómo podría Él encomendarle a su Hijo amado si no fuese Ella de su total agrado? ¿Cómo iba a recaer sobre la Virgen  María la divina elección para ser la Madre de Dios hecho hombre, si al mismo tiempo no fuese Ella la hija predilecta de Dios Padre?
           
La devoción filial de Nuestra Señora se traduce en una actitud de permanente y absoluta apertura y disponibilidad a la voluntad del Padre. También Ella al igual que su Divino Hijo puede decir con verdad: mi alimento es hacer la voluntad del Padre y llevar a cabo su obra.
Su vida discurre enteramente a la escucha de la voluntad del Padre,  con la más entera disponibilidad para llevar a cabo la obra que Él le ha encomendado: ser la Madre de su Hijo y Madre de todos los redimidos.
El tierno amor filial que la Virgen profesa a Dios Padre se verifica en la aceptación de todo cuanto implica su voluntad salvadora y en el fiel y estricto cumplimiento de la misma. Dicha voluntad supondrá una larga cadena de privaciones, humillaciones y sufrimientos terribles que la Virgen habrá de afrontar con un heroísmo sin igual.
La voluntad salvadora del Padre supondrá para Ella la cumbre del martirio. La maternidad de María será una maternidad en el dolor y en el sufrimiento. Sin duda alguna,  una maternidad en orden a la redención de sus hijos pecadores.
Es la Escuela de María, Hija predilecta y fidelísima de Dios Padre, verdadera escuela de fe y de amor, en la que de su mano materna y con las gracias que Ella nos obtiene, podemos ir aprendiendo y ejercitando las exigencias de la filiación divina que por pura gracia hemos recibido en el santo bautismo.
Es en su Escuela materna y de sus propios labios, también a la luz de sus heroicos  ejemplos,  que podremos alcanzar la ciencia de la confianza filial que nos ayude a no dudar del amor del Padre aún en medio de la mayor oscuridad y de las punzadas del  dolor. Siempre el Padre con su poder acaba por transformar el dolor en gozo, el sufrimiento en paz, la muerte en vida.
P. Manuel María de Jesús

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