REGNUM MARIAE

REGNUM MARIAE
COR JESU ADVENIAT REGNUM TUUM, ADVENIAT PER MARIAM! "La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin límites ni reservas." (San Maximiliano María Kolbe)

sábado, 9 de mayo de 2020

NO ES SUFICIENTE REFERIRSE AL DERECHO A LA LIBERTAD DE CULTO


Un análisis sobre el tema publicado en el Observatorio Card. Van Thuan .

Boletín n. 1088 | 04/28/2020
SUSPENSIÓN DE MISAS: NO ES SUFICIENTE REFERIRSE A LA LIBERTAD DE CULTO.
En su comunicado de prensa del domingo 26 de abril, la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) reaccionó con enojo contra la exclusión gubernamental de la reanudación de las misas con las personas después del 4 de mayo, es decir, en la fase 2 de las políticas de coronavirus. La razón principal dada por la CEI para la necesidad de restaurar la celebración de las Santas Misas es el principio de la libertad de culto, también garantizado por la Constitución. Incluso Mons. D'Ercole, obispo de Ascoli Piceno, dijo que esta libertad es un derecho inviolable. Sin embargo, se trata de si esta razón es suficiente, si es la verdadera razón última de tal solicitud. Mi idea es que no es suficiente y que la debilidad que la Iglesia italiana ha demostrado en toda esta fase de las limitaciones para el coronavirus, se origina precisamente desde este punto: Los líderes episcopales no siempre saben en qué se basan sus afirmaciones y, por lo tanto, renuncian a ellas o las debilitan al rango de solicitudes simples. El problema está aquí: la Iglesia no debe pedir permiso al estado para celebrar misa, puede y debe reconocer las necesidades de seguridad de la salud, pero no pedir permiso.
¿Apelar al principio de la libertad de culto es suficiente justificación para respaldar esta afirmación? En mi opinión, este aspecto del problema no ha sido bien aclarado.

Según la cultura legal y política actual, la libertad de culto es un derecho subjetivo, es decir, un derecho no fundado en un derecho natural, sino un derecho del ciudadano individual que el Estado debe garantizar sin preguntarse si está justificado por un derecho objetivo y natural. Para esto existe el derecho al culto católico, pero también el derecho al musulmán; existe el derecho a una iglesia de la nueva era o la iglesia de satanás, existe el derecho al culto vegano de la Madre Tierra y  el del horóscopo. Cómo existe el derecho al ateísmo y al agnosticismo, o el culto a nada de aquellos que piden la eutanasia legal por cualquier razón, es decir, sin razón.

Si la Iglesia basa su afirmación de ser ella misma en derechos subjetivos, los basa en arenas movedizas. El estado que los reconoce hoy puede reconocer otros en contra de ellos mañana, ya que los reconoce no porque es su deber reconocerlos, sino porque de hecho son reclamados. Incluso el derecho de los Femen a detener las misas profanándolas, fue admitido como un derecho de adoración y ninguno de ellos fue castigado. Hoy puedes jurar en la plaza y nadie puede decir nada. Si la Misa se basa en un derecho subjetivo, cualquier limitación o impedimento para la Misa que se basara en un derecho subjetivo también tendría el mismo título de reconocimiento del poder político.

Si todo se basa en derechos subjetivos, el poder político podrá impedir que la Iglesia muestre públicamente sus enseñanzas que no respetan los derechos subjetivos reconocidos por el estado en conformidad con la Constitución. Cuando Ratzinger predijo que a la Iglesia se le impediría enseñar su doctrina sobre la homosexualidad, quiso decir precisamente esto: si la homosexualidad es considerada un derecho subjetivo y como tal contemplado por la ley y defendido por la política, enseñar otras visiones en sentido contrario significa no respetar un derecho subjetivo. Lo mismo debe decirse de la familia, el matrimonio, la procreación, la vida, etc.

La CEI (Conferencia Episcopal italiana), en este punto, podría hacer una objeción de conciencia y decirles a los fieles que vayan a misa de todos modos, a pesar de la prohibición, regulando su acceso y manifestaciones. Incluso Mons. D'Ercole dijo "¡si no nos lo dais, lo tomaremos!". ¿Pero en qué se basaría esta insubordinación a las disposiciones gubernamentales? ¿En un simple derecho subjetivo a la adoración? El poder político tendría una forma rápida de decir que por el "bien común" en casos excepcionales algunos derechos subjetivos deberían reducirse o suspenderse temporalmente. Uno podría apelar a la Constitución, cuyo texto, sin embargo, permitía en Italia todo lo contrario de todos los derechos subjetivos: incluso el derecho al hijo para cualquier tipo de pareja. La posición de la CEI es ingenua precisamente por su apelación a la libertad de culto: se cree que sería suficinte, pero en realidad puede llegar a ser una trampa.

El reclamo de la Iglesia de celebrar misa y tener jurisdicción suprema en este campo no se basa en el derecho de un ciudadano sino en la ley de la Iglesia. La ley de la Iglesia es autónoma y distinta de la del estado y este último no puede interferir en eso, lo que el gobierno Conte ha hecho ampliamente. La Iglesia mira el estado a la cara, no lo ve desde el punto de vista del derecho de los ciudadanos a la adoración. Incluso si todos los ciudadanos italianos ya no fueran católicos, la Iglesia todavía tendría sus derechos ante el poder político. Si acepta que su reconocimiento por parte del Estado pasa a través  del derecho subjetivo a la libertad de culto, entonces la Iglesia no es aceptada por sí misma, es decir, no es aceptada en absoluto. En todo caso, es tolerada. Pero para la Iglesia el ser tolerada es muy poco.
Stefano Fontana

viernes, 8 de mayo de 2020

EL CORONAVIRUS NO SE CONTAGIA COMULGANDO EN LA BOCA


LLAMAMIENTO PARA LA IGLESIA Y PARA EL MUNDO

¡ES TIEMPO DE DESPERTAR! 

(64) CARDENALES Y OBISPOS FIRMAN UN IMPORTANTE DOCUMENTO SOBRE EL CORONAVIRUS


LLAMAMIENTO PARA LA IGLESIA Y PARA EL MUNDO

a los fieles católicos y a los hombres de buena voluntad

Veritas liberavit vos

Jn 8,32

En un momento de gravísima crisis, los Pastores de la Iglesia Católica, en virtud del mandato que hemos recibido, nos consideramos en el sagrado deber de hacer un llamamiento a nuestros Hermanos en el Episcopado, al Clero, a los Religiosos, al pueblo santo de Dios y a todos los hombres de buena voluntad. Suscriben también este llamamiento intelectuales, médicos, abogados, periodistas y profesionales diversos que comparten su contenido, y pueden suscribirlo asimismo cuantos deseen adherirse al mismo.
Los hechos han demostrado que, bajo el pretexto de la epidemia de Covid-19 se ha llegado en muchos casos a vulnerar derechos inalienables de los ciudadanos, limitándose de forma desproporcionada e injustificada sus libertades fundamentales, entre ellas el ejercicio de las libertades de culto, de expresión y de movimiento. La salud pública no debe ni puede convertirse en excusa para conculcar los derechos de millones de personas en todo el mundo, y menos aún para que las autoridades civiles eludan su obligación de obrar con prudencia en pro del bien común. Esto es tanto más cierto cuanto más aumentan las dudas planteadas por muchos en torno a la verdadera capacidad de contagio, peligrosidad y resistencia del virus. Muchas voces autorizadas del mundo de la ciencia y de la medicina confirman que el alarmismo que han manifestado los medios informativos al Covid-19 no parece totalmente justificado.
En base a los datos oficiales sobre la incidencia de la epidemia en el número de fallecimientos, tenemos motivos para creer que hay fuerzas interesadas en generar pánico entre la población con el único fin de imponer de modo permanente formas inaceptables de restricción de las libertades, control de las personas y vigilancia de sus movimientos. Esta forma de imposiciones antidemocráticas preludian de manera inquietante un Gobierno Mundial que escapa a todo control.
Creemos igualmente que las medidas de protección adoptadas en algunas situaciones, incluido el cierre de las actividades comerciales, han desencadenado una crisis que ha hundido a sectores enteros de la economía, favoreciendo con ello la interferencia de potencias extranjeras, con graves repercusiones sociales y políticas. Quienes ejerzan cargos gubernamentales deben impedir estas formas de ingeniería social, adoptando medidas encaminadas a la tutela de sus ciudadanos, a quienes representan y en cuyo interés tienen la grave obligación de realizar sus funciones. Ayúdese igualmente a la familia, célula de la sociedad, evitando penalizar irrazonablemente a los débiles y los ancianos al obligarlos a sufrir dolorosas separaciones de sus seres queridos. La criminalización de las relaciones personales y sociales debe considerarse asimismo una parte inaceptable del proyecto de quienes promueven el aislamiento de las personas para manipularlas y dominarlas mejor.
Pedimos a la comunidad científica que vele porque se promuevan honradamente y con miras al bien común curas para el Covid-19, evitando escrupulosamente que intereses inicuos influeyan en las decisiones de los Gobernantes y los organismos internacionales. No es razonable penalizar remedios que se han revelado eficaces, en muchos casos de bajo costo, para privilegiar curas o vacunas no tan eficaces pero que garantizan ingresos mucho mayores a las empresas farmacéuticas, aumentando los costos de la sanidad pública. Como Pastores que somos, recordemos también que para un católico es moralmente inaceptable inocularse con vacunas en cuya producción se ha utilizado material procedente de fetos abortados.
Pedimos asimismo a los Gobernantes que garanticen que se eviten de la forma más rigurosa los medios de control de las personas sea mediante sistemas de rastreo electrónico o cualquier otra forma de ubicación: a pesar de la gravedad de la situación, el combate al Covid-19, no debe servir de pretexto para respaldar turbias intenciones de entidades supranacionales que albergan marcadísimos intereses comerciales y políticos en este proyecto. En particular, debe permitirse a los ciudadanos la posibilidad de rechazar semejantes limitaciones a las libertades personales, sin imponer forma alguna de penalización para quien no desee beneficiarse de las vacunas, de los métodos de localización y de cualquier otro instrumento análogo. Téngase en cuenta la flagrante contradicción que se observa entre quienes persiguen políticas de reducción drastica de la población y al mismo tiempo se presentan como salvadores de la humanidad sin tener la menor legitimación política ni social. Por último, la responsabilidad política de quien representa al pueblo no puede ser confiada en modo alguno a técnicos que encima exigen para ellos mismos formas de inmunidad personal que resultan como mínimo inquietantes.
Solicitamos enérgicamente a los medios de comunicación que se empeñen activamente en facilitar una información correcta que no sancione el disenso aplicando formas de censura, como está sucediendo de forma generalizada en las redes sociales, la prensa y la televisión. La veracidad de la información exige que se dé lugar a voces no alineadas con el pensamiento único para que los ciudadanos puedan evaluar la realidad con conocimiento de causa, sin ser influidos en gran medida por intervenciones partidistas. Un diálogo democrático y franco es el mejor antídoto contra el riesgo de imponer formas sutiles de dictadura presumiblemente peores de las que ha visto nacer y morir nuestra sociedad en épocas recientes.

sábado, 2 de mayo de 2020

LA IGLESIA COMBINA LO NATURAL CON LO SOBRENATURAL

Coronavirus: La iglesia combina lo natural con lo sobrenatural: con gusto dejamos lo "virtual" a sus partidarios.

Se dice ampliamente que la oración también es posible en casa (incluso en el baño) y, por lo tanto, no habría necesidad de ir a la iglesia para asistir a misa. 
De esta manera, la pregunta parece resuelta desde el principio, además de una realización muy simple. La experiencia espiritual cristiana, sin embargo, no se puede reducir a unas pocas oraciones.
(animado por excelentes intenciones, por supuesto) y / o leyendo las sagradas escrituras meditadas todo el tiempo que quieras, en tu propia casa. 
De hecho, estamos pensando en una fe que no surgió ayer pero que ha navegado en las olas de la historia humana durante al menos cuatro mil años si consideramos a Abraham como el progenitor del pueblo de Dios. 
Con estas premisas se entiende que, si fuera suficiente para que los primeros cristianos se reunieran en casas particulares para la celebración de la Eucaristía, posteriormente por toda una serie de razones que la historia de la iglesia y de la liturgia explican muy bien, y que manifiestan el trabajo de la Iglesia. Espíritu santo que actúa en la iglesia a lo largo del tiempo, se han delineado con precisión las formas rituales, se han identificado lugares dedicados exclusivamente a la oración y la adoración hasta el punto de que cuando esto no sucede exclusivamente, se produce una profanación que requiere una nueva consagración. 
Ante este desarrollo de la adoración y de los lugares asignados a ella, no siempre podemos gritar ante la " incrustación histórica ", pero debemos reconocer honestamente también la obra de Dios que guía a su Iglesia sin cesar a través de la guía de sus pastores legítimos y la intervención de los Santos que saben "corregir el tiro" cuando es necesario. 
Es a partir de esta convicción, que ha acompañado a la iglesia desde su nacimiento, que tomamos medidas para explicar la insistencia de estos días de regresar a las iglesias tanto para la oración personal (nunca prohibida por las autoridades civiles) como para la celebración del s. masa (severamente limitada en tiempos de epidemia). 
Estas no son las formas de algunos cristianos obtusos , vinculados innecesariamente a formas de celebración separadas de la realidad y / o más y más ansiosos por poner en peligro su propia vida y la de los demás en la tierra. 
Es algo connatural y precisamente para la experiencia y la vida de la Iglesia mantener vivas sus estructuras que le permiten continuar llevando a cabo su misión como el Señor le ha pedido que haga. 
Esto sucede con la oración del creyente individual que encuentra en la iglesia (ya sea parroquia, monasterio o santuario, etc.) un lugar que con la presencia sacramental del Señor en la Eucaristía, con la atmósfera de silencio, con el mobiliario litúrgico, las obras de arte, etc., un lugar adecuado para el ejercicio de la oración cristiana católica, así como la tradición de quienes nos precedieron. 
Nadie quiere negar que también puedes rezar en el baño, para permanecer en el ejemplo hecho por un presentador conocido, pero también el presentador estará de acuerdo en que lo que haces en el baño también se puede hacer en otros lugares, pero el baño siempre sigue siendo el más apto para ... nadar. 
No quiere parecer una irreverencia, sino simplemente dejar en claro que algunas comparaciones solo tienen valor cuando se trata de una situación de emergencia extrema que no ofrece alternativas. 
Se debe hacer una discusión similar y quizás más profunda para las celebraciones litúrgicas que, incluso si se ven en la televisión, la transmisión, etc., no tienen el mismo valor sacramental que pertenece a su naturaleza específica. 
La misa del papa, obispo, párroco puede indudablemente alimentar la devoción, permitir escuchar la homilía (a veces también puede transformarse en una forma de entretenimiento agradable) pero no puede provocar esa convocatoria del Pueblo de Dios que requiere una presencia física y espiritual. 
El cuerpo místico de Cristo está formado por personas (no "avatares" o "iconos") que alaban al Señor, celebran los misterios divinos en la verdad y no en el mundo virtual. 
A partir de estas simples consideraciones, redescubrimos la necesidad de poder regresar a nuestras iglesias para celebrar la Eucaristía, naturalmente, con todas las precauciones necesarias que ningún sacerdote o fiel rechaza pero, por el contrario, podrá utilizar de la mejor manera para proteger la suya y la suya. la salud física de otros mientras se protege eso aún más importante que es espiritual. 
Las declaraciones que saben mucho sobre los eslóganes y que lo invitan a quedarse en casa, que es lo mismo , apoyándolos con citas bíblicas inapropiadas, demuestran una vez más, si es necesario, que la percepción de lo sagrado del lugar " iglesia " se percibe en Aún más suave, por desgracia, incluso por personas consagradas. 
Somos más para una iglesia que combina lo natural con lo sobrenatural en lugar de lo virtual que con gusto dejamos a sus partidarios.