REGNUM MARIAE

REGNUM MARIAE
COR JESU ADVENIAT REGNUM TUUM, ADVENIAT PER MARIAM! "La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin límites ni reservas." (San Maximiliano María Kolbe)

lunes, 29 de septiembre de 2014

PARA COMPRENDER LA HORA ACTUAL DE LA IGLESIA



“Dios no ha hecho ni formado nunca más que una sola enemistad, mas ésta irreconciliable, que durará y aumentará incluso hasta el fin, y es entre María, su digna Madre, y el diablo; entre los hijos y servidores de la Santísima Virgen y los hijos y secuaces de Lucifer, de suerte que el más terrible de los enemigos que Dios ha creado contra el demonio es María, a quien dio desde el Paraíso Terrestre, a pesar de que Ella sólo existía entonces en la mente divina, tal odio contra el maldito enemigo de Dios, tanta industria para descubrir la malicia de aquella antigua serpiente, tanta fuerza para vencer, aterrar y aplastar a ese orgulloso impío, que él la teme, no sólo más que a todos los ángeles y hombres, sino hasta en cierto sentido más que al mismo Dios: y esto no porque la ira, el odio y el poder de Dios no sean infinitamente mayores que los de la Santísima Virgen, cuyas perfecciones son limitadas, sino, primero, porque Satanás, a causa de su orgullo, padece infinitamente más al ser vencido y castigado de una pequeña y humilde esclava de Dios, y la humildad de Ésta lo humilla más que el poder divino; segundo, porque Dios ha otorgado a María un poder tan grande contra los diablos, que más temen ellos, según muchas veces han declarado a su pesar por la boca de los posesos, uno solo de los suspiros de María en favor de algún alma, que las oraciones de todos los santos, y una sola amenaza suya contra ellos, más que todos los otros tormentos".
“Lo que Lucifer perdió por orgullo, loa ganó María por humildad; lo que Eva condenó y perdió por desobediencia, lo salvó María por su obediencia. Eva, obedeciendo la voz de la serpiente, perdió consigo a todos sus hijos y los entregó al poder de Satanás. María, conservándose perfectamente fiel a Dios, ha salvado con Ella a todos sus hijos y servidores y los ha consagrado a la Majestad divina".
“Dios no sólo ha creado una enemistad, sino enemistades y no sólo entre María y el demonio, sino entre la descendencia de la Santísima Virgen y la del diablo; es decir, que Dios ha levantado enemistades, antipatías y odios secretos entre los verdaderos hijos y servidores de su Madre y los hijos y esclavos del demonio; por eso no se aman mutuamente ni tienen correspondencia interior unos con otros. Los hijos de Belial, los esclavos de Satanás, los amigos del mundo (pues estos distintos nombres significan una misma cosa), han perseguido incesantemente hasta aquí y perseguirán todavía más que nunca a aquellos y aquellas que pertenezcan a la Santísima Virgen, así como en otro tiempo Caín persiguió a su hermano Abel, y Esaú a su hermano Jacob, que son figuras de los réprobos y de los predestinados. Pero la humildad de María triunfará siempre del orgulloso demonio; y la victoria será tan grande, que llegará hasta aplastarle la cabeza, en donde reside su orgullo. Ella descubrirá siempre su malicia de serpiente, hará manifiestas sus tramas infernales, disipará sus consejos diabólicos y a sus fieles servidores los librará hasta el fin de los tiempos de sus crueles garras".

“Pero el poder de María sobre todos los diablos brillará particularmente en los últimos tiempos, en que Satanás pondrá asechanzas a su talón, es decir, a sus humildes esclavos y a sus pobres hijos, que Ella suscitará para hacerle la guerra. Serán pequeños y pobres, según el mundo, y rebajados ante los otros como el talón, hollados y oprimidos como el talón lo es respecto de los demás miembros del cuerpo; mas, en cambio, serán ricos de las gracias de Dios, que María les distribuirá abundantemente, grandes y exaltados en santidad delante de Dios, superiores a toda criatura por su celo inflamado y tan fuertemente apoyados en el socorro divino, que con la humildad de su talón, en unión de María, aplastarán la cabeza del diablo y harán triunfar a Jesucristo”.
(S. Luis María Grignion de Montfort, Obras Completas, Tratado de la verdadera devoción, Págs. 468–471 o núms. 51 a 53)

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