REGNUM MARIAE

REGNUM MARIAE
COR JESU ADVENIAT REGNUM TUUM, ADVENIAT PER MARIAM! "La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin límites ni reservas." (San Maximiliano María Kolbe)

miércoles, 18 de diciembre de 2013

"JAMÁS TENER MIEDO A LA TERNURA"


La entrevista con Papa Francisco sobre la Navidad, el hambre en el mundo, el sufrimiento de los niños, la reforma de la Curia, mujeres cardenales, IOR y el próximo viaje a Tierra Santa.

- Para mí la Navidad siempre ha sido esto: contemplar la visita de Dios a su pueblo. 

Dios siempre abre las puertas, no las cierra nunca. Es el papá que nos abre las puertas. Segunda: no tengan miedo de la ternura. Cuando los cristianos se olvidan de la esperanza y de la ternura se vuelven una Iglesia fría, que no sabe dónde ir y se enreda en las ideologías, en las actitudes mundanas. Mientras la sencillez de Dios te dice: sigue adelante, yo soy un Padre que te acaricia. Tengo miedo cuando los cristianos pierden la esperanza y la capacidad de abrazar y acariciar. 

Ya no nos sentimos solos, Dios descendió para estar con nosotros. Jesús se hizo uno de nosotros y sufrió por nosotros el final más terrible en la cruz, el de un criminal. 

Dios nunca da un don a quien no es capaz de recibirlo. Si nos ofrece el don de la Navidad es porque todos tenemos la capacidad para comprenderlo y recibirlo. Todos, desde el más santo hasta el más pecador, desde el más limpio hasta el más corrupto.

Dios vino a un punto determinado, a una tierra determinada, apareció allí la ternura de Dios, la gracia de Dios. No podemos pensar en la Navidad sin pensar en la Tierra Santa.

Frente a un niño que sufre, la única oración que me viene es la oración del “por qué”. ¿Señor, por qué? Él no me explica nada, pero siento que está viéndome. Entonces puedo decir: “Tú sabes por qué, yo no lo sé y Tú no me lo dices, pero me ves y yo confío en Ti, Señor, confío en tu mirada”. 

Quisiera repetir a la humanidad lo que dije a aquella mamá: ¡den de comer a los que tienen hambre! Que la esperanza y la ternura de la Navidad del Señor nos sacudan de la indiferencia. 

La ideología marxista está equivocada.

Hoy existe el ecumenismo de la sangre. En algunos países matan a los cristianos porque llevan consigo una cruz o tienen una Biblia; y antes de matarlos no les preguntan si son anglicanos, luteranos, católicos u ortodoxos. La sangre está mezclada. Para los que matan somos cristianos. Unidos en la sangre, aunque entre nosotros no hayamos logrado dar los pasos necesarios hacia la unidad, y tal vez no sea todavía el tiempo. La unidad es una gracia que hay que pedir.

Debemos tratar de facilitar la fe de las personas más que controlarla. El año pasado en Argentina denuncié la actitud de algunos sacerdotes que no bautizaban a los hijos de madres solteras. Es una mentalidad enferma. 

La exclusión de la comunión para los divorciados que viven una segunda unión no es una sanción. 

Para leer la entrevista entera:
http://www.lastampa.it/2013/12/14/esteri/vatican-insider/es/jams-tener-miedo-a-la-ternura-r8lpFUAxsH2v9Ypu21FPeI/pagina.html

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