Ante la Bendita Imagen León XIV hizo suya la oración de S. Juan Pablo II
«¡Virgen del Buen
Consejo! A ti se eleva la súplica del pueblo cristiano que siempre te ha
amado y honrado. A ti hoy confían sus esperanzas y sus penas, sus deseos y
sus necesidades, las muchas lágrimas derramadas y el anhelo de un futuro
mejor. Vuelve, oh Madre, tu mirada hacia este pueblo, acoge sus
generosas intenciones, acompáñalo en su camino hacia un futuro de justicia,
solidaridad y paz. Tú, oh Madre, que conoces el camino de la vida y sabes
bien lo que anhela el corazón del hombre, no le des ideologías falaces y
transitorias, sino la persona de tu Hijo Jesús, camino, verdad y vida, en
quien resplandece el misterio de Dios y del hombre. Madre del Buen
Consejo, mentes y corazones abiertos, asegura a toda la humanidad el don
de la armonía y la paz. Amén».
(S. Juan Pablo II)
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