El
Prefecto de la Casa Pontificia, Monseñor Georg Gänswein, ha denunciado este
domingo en Einsiedeln, (Suiza), la falta de respuesta de los gobiernos a los
ataques que se producen en todo el continente contra los cristianos, actos que
se multiplican de Norte a Sur por toda Europa.
En
una conferencia organizada por la “Ayuda a la Iglesia Necesitada”, (Kirch im
Not), en el monasterio de Einsiedeln, Monseñor Gänswein recordó los actos de
vandalismo contra iglesias y símbolos cristianos en Roma, Alemania, Austria y
Hungría, o la discriminación en los puestos de trabajo en Reino Unido y
Noruega. Según el informe de 2012 del Observatorio Contra la Intolerancia y la
Discriminación Contra los Cristianos de Europa (OCIDE), citado por el Prefecto,
“sólo en Suecia hubo 285 delitos contra la religión, 250 contra cristianos”.
Frente
a estos actos de vandalismo, las instituciones políticas y sociales permanecen
en silencio. Los actos y discursos antisemitas o islamófobos “están justamente
denunciados por los medios de comunicación y por los políticos”, dijo, mientras
que los símbolos cristianos son objeto de burla y sátira blasfema “en el mundo
de la cultura, los medios de comunicación, o incluso Internet” de una manera
pública, algo “impensable” cuando se trata de otros grupos sociales.
Gänswein
citó el informe reciente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación
en Europa (OSCE) sobre los “crímenes del odio” en los que está claro que los
cristianos son a menudo un objetivo. A pesar de este informe “pocos de los
Estados miembros del OSCE muestran los casos en contra de los cristianos dentro
de sus fronteras mientras que a la discriminación contra otros grupos sociales
se refieren regularmente”. Frente a este silencio por parte de las
instituciones gubernamentales, “los actos de vandalismo, violencia o
discriminación aumentan”.
Por
otra parte, las políticas son muy agresivas cuando se trata de temas
relacionados con la bioética, la eutanasia, el aborto y la biotecnología. Los
políticos, incluso los cristianos, no están muy interesados por este tipo de
problemas, sobre todo, problemas del derecho natural, distorsionando con estas
políticas los intereses de pequeños grupos.
En
Europa, dijo Monseñor Gänswein, se está difundiendo un laicismo radical que es
cada vez más agresivo. Mientras que en Estados Unidos hay una separación sana
entre Iglesia y Estado pero con un respeto mutuo, Europa ha desarrollado un
“laicismo militante” que busca “imponer a los cristianos el silencio” y
“marginar a la religión y a la familia como fundamento de la sociedad, que es
una de las preocupaciones fundamentales de la Iglesia”.
Europa,
recuerda Monseñor Gänswein, debe cambiar la forma de pensar y el concepto de
tolerancia, ser “más sensible y agradecida con las diferentes religiones”,
recordó. “Un continente como Europa no puede sobrevivir si cortamos sus raíces
cristianos, que son su alma”, concluyó.
80%
Francisco 20% Benedicto
Durante
la entrevista pública concedida en la sala de conferencia, Monseñor Gänswein,
también habló de los dos Papas, con quienes tiene un trato diario. “Digamos que
mi papel principal es ser Prefecto de la Casa Pontificia a tiempo completo. Con
el Papa Francisco el doble”. “Vivo con el Papa Benedicto, celebramos la Misa y
rezamos el Rosario juntos a primera hora de la tarde, una tradición desde que
era Pontífice”. “Además, dijo Monseñor Gänswein, organizo su correo y las
solicitudes de visitas que siguen siendo abundantes”. “Se podría decir que mi
tiempo es de 80% Papa Francisco y 20% Papa Benedicto”, ha subrayado.
Con
el Papa Francisco “cada semana es una sorpresa” y “tiene energía para 30 horas”
pero rechaza “el culto a la personalidad”. Su principal objetivo “es ganar los
corazones de la gente para Cristo y acercar a la gente a Cristo”.
La
misericordia sin la verdad no funciona.
A
la pregunta sobre lo qué significa para él la Misericordia, Monseñor Gänswein
señaló que, esta palabra “no es nueva ni existe de ahora, recordemos la hermosa
encíclica de Juan Pablo II sobre la misericordia. Misericordia, ha explicado el
prelado, “no es la clave para todo”.
“La
Misericordia sin la Verdad y la Verdad sin la Misericordia no funcionan. Si no
vivo como persona conforme a la verdad, conforme a la verdad del Evangelio no
puedo ser misericordioso. De hecho, explicó no hay una “misericordia cómoda”
porque tiene que ver “con el corazón de nuestra fe”. “Es necesario, dijo, una
complementariedad entre Misericordia y Verdad”.
Y
en referencia a su lema episcopal, Monseñor Gänswein recordó que su camino
sacerdotal “siempre se guió por la verdad” y que “si Cristo y el Evangelio no
son la verdad, entonces lo que hago no tiene ningún fundamento”. Así, con esta
forma de pensar que, “me ha guiado durante mi sacerdocio, quisiera que me guíe
en mi camino como Obispo”.
La
visita de Monseñor Gänswein en Suiza es la primera desde que es Prefecto de la
Casa Pontificia. Nacido cerca de la frontera con la ciudad de Basilea, Monseñor
Gänswein es muy cercano a Suiza donde ha recordado especialmente “las
peregrinaciones a Einsiedeln desde mi pueblo, a dos horas en coche sin tráfico”
y en la que también podía ejercer el Ministerio. “Para mí, ha recordado, estos
lugares de peregrinación son un ejemplo de fe viva”.
Fuente:
www.forum.georgganswein.com/
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