VIA CRUCIS BREVE CON
PENSAMIENTOS DE LA MADRE MARÍA ELVIRA DE LA SANTA CRUZ (Cofundadora de las Misioneras de la Fraternidad)
ORACIÓN INICIAL
Oh Dios, mira benigno a quienes,
junto a Jesús, nos disponemos a contemplar los misterios de su pasión; edúcanos
en la escuela del dolor redentor, para que sepamos descubrir y aceptar nuestra
cruz, abrazándonos a ella por amor. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
PRIMERA ESTACIÓN:
JESÚS ES
CONDENADO A MUERTE
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Hágase tu voluntad;
en esto consiste toda mi dicha.
María, ayúdame a
llevara a cabo mi abandono total en las manos de Jesucristo.”
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
SEGUNDA ESTACIÓN:
JESÚS
CARGA CON LA CRUZ
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo
“Las palabras de
Cristo misericordioso a través de mi confesor consuelan mi alma y me ayudan a
abrazar la cruz, al igual que Cristo, como la prueba del amor más grande”
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
TERCERA ESTACIÓN:
JESÚS
CAE EN TIERRA POR PRIMERA VEZ
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Yo no quiero ser
causa de sufrimiento para el Amado, y me duele enormemente el alma, pensar que
con mis desánimos le hago sufrir”
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
CUARTA ESTACIÓN:
JESÚS SE
ENCUENTRA CON SU MADRE
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Madre, ayúdame a
vivir a tu lado, firme junto a la cruz de tu Hijo. Llévate mis miedos y mis
dudas. Enséñame a ser fuerte ante la tentación y a saber corresponder a tantas
gracias recibidas”.
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
QUINTA ESTACIÓN:
SIMÓN DE
CIRENE AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Desde el primer
momento en que me pedías que me abrazara a tu cruz sólo pude sentir, sin
pensármelo más, una inmensa alegría porque Tú me estabas invitando a unirme a
Ti”
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
SEXTA ESTACIÓN:
LA
VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“No dejemos escapar
esta oportunidad. La fe está decayendo en las almas y hacen falta amigos
fuertes de Jesús, que les ayuden a llevar y amar la cruz de cada día. Amigos de
Cristo que trabajen sin descanso por y con la Santa Madre Iglesia”
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
SÉPTIMA ESTACIÓN:
JESÚS
CAE EN TIERRA POR SEGUNDA VEZ
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Sólo pido al Señor
que me de paciencia y fortaleza para llevar el peso de esta cruz. Que nunca
falte por mi parte la caridad para con esta persona, y que todas las
humillaciones que he recibido hoy me ayuden a ser un alma humilde y
mortificada. La humildad se aprende a base de humillaciones.
¡Gracias, Señor!”
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
OCTAVA ESTACIÓN:
JESÚS
CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Le vienen las
lágrimas a los ojos a esta pobre alma, pero lágrimas de alegría, al saber que
todo un Dios le pide que se una cada día más al madero de su cruz, hasta
sentirse verdaderamente crucificada con Él”
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
NOVENA ESTACIÓN:
JESÚS
CAE EN TIERRA POR TERCERA VEZ
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“En medio de los
mayores padecimientos, Jesús da el consuelo necesario para seguir adelante.
La cruz de Cristo me
ha acompañado desde que nací, pero es Él quien me hace amar esta cruz”.
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
DÉCIMA ESTACIÓN:
JESÚS ES
DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Qué fácil es, Señor,
decir te quiero, pero qué duro el quererte de verdad, el renunciar a tantas
cosas por tu amor. Eso es lo que yo quiero, pero cuánto le cuesta a esta pobre
alma desprenderse de verdad de todo cuánto le estorba para amarte”
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
ÚNDÉCIMA ESTACIÓN:
JESÚS ES
CLAVADO EN LA CRUZ
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“La única manera de
colaborar con Cristo es extendiendo nuestros brazos en la cruz, en la cruz de
cada día.
Ofrecerse con Cristo
es encontrar la paz del alma. Ofrecerse con Cristo es haber encontrado el
tesoro escondido desde los siglos; es haber encontrado el amor”.
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
DUODÉCIMA ESTACIÓN:
JESÚS
MUERE EN LA CRUZ
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
“Enséñame, Señor, a
morir contigo para resucitar a una vida nueva. Que sepa renunciar a todos mis pensamientos
y sólo querer los tuyos, a todos mis planes, afectos, ilusiones, y sólo querer
todo lo tuyo”
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
DECIMOTERCERA
ESTACIÓN:
EL
CUERPO DE JESÚS ES PUESTO EN LOS BRAZOS DE SU MADRE
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
¡Cuánto he aprendido y
aprendo cada vez que os contemplo!
Sois la gran enseñanza
del amor, la escuela en la que se nos enseña a dar la vida por los demás, por
medio del sufrimiento silencioso y ofrecido a Dios”.
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
DECIMOCUARTA ESTACIÓN:
JESÚS ES
COLOCADO EN EL SEPULCRO
Te adoramos, oh
Cristo, y te bendecimos que por tu santa cruz redimiste al mundo.
Yo sólo quiero, Señor,
habitar en tu morada todos los días de mi vida, con toda el alma.
Señor, ten piedad de
mí y de todos los pecadores.
Bendita y alabada sea
la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los Dolores de su Santísima
Madre al pie de la cruz.
Padre nuestro,
Avemaría y Gloria
ORACIÓN FINAL
Padre Santo, después de recorrer
paso a paso el camino de la cruz, concédenos la gracia de grabar en nuestra
mente y nuestro corazón la imagen de tu Hijo crucificado en este acto supremo
de amor con el que ha quebrado la amargura y el sinsentido del dolor,
convirtiéndolo en dulzura y medio indispensable de salvación y santificación.
Que a la constancia del dolor en nuestra vida, sepamos responder con la
constancia del amor, y a la intensidad del sufrimiento, con la intensidad del
ofrecimiento. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén
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