REGNUM MARIAE

REGNUM MARIAE
COR JESU ADVENIAT REGNUM TUUM, ADVENIAT PER MARIAM! "La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin límites ni reservas." (San Maximiliano María Kolbe)

miércoles, 1 de abril de 2020

ORACIONES JACULATORIAS PARA APARTAR EL DIVINO FLAGELO



(De San Francesco Saverio Maria Bianchi, Apóstol de Nápoles)
(1743-1815)

- Misericordia de mi Dios  abrazádnos y  liberádnos de cualquier flagelo.
Gloria al Padre y al Hijo,  al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

- Eterno Padre, marcádnos con la sangre del Cordero Inmaculado como marcásteis las casas de Vuestro Pueblo.
Gloria al Padre…

-Sangre Preciosísima de Jesús, nuestro amor, clama al Divino Padre misericordia por nosotros y libéranos.
Gloria Patri...

-Llagas de mi Jesús, fuentes de amor y de Misericordia, hablad propicias por nosotros al Padre Celestial, escondédnos  en Vos y liberádnos.
Gloria al Padre…

- Eterno Padre, Jesús es nuestro e incluso nuestra es Su Sangre y sus méritos infinitos; nosotros a Vos os ofrecemos todo, y porque Os es queridísima esta ofrenda, liberádnos, como ciertamente esperamos.
Gloria al Padre…

-Padre Eterno, Vos no amáis la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; haced por  Misericordia que vivamos y seamos Vuestros.
Gloria al Padre…

-Salvádnos, Cristo Salvador, por virtud de Vuestra santa Cruz; como salvásteis a Pedro en el mar, tened misericordia de nosotros.

-María, Madre de Misericordia, rogad por nosotros y seremos liberados.

- María, Abogada nuestra, interceded por nosotros y seremos salvos.

-El Señor justamente nos azota por nuestros pecados; pero Vos, oh María, excusádnos porque Sois nuestra Madre compasiva.

-María, en Vuestro Jesús y en Vos hemos depositado nuestra esperanza; no hágais que seamos confundidos.
Salve Regina.
(300 días de indulgencia otorgados por el Papa San Pío X, a perpetuidad, también aplicable a las Benditas Almas del Purgatorio)

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