Las Rogativas (del latín rogare, rogar) o Letanías (del griego litaneia, súplica u oración), son oraciones solemnes instituidas por la Iglesia para ser rezadas o cantadas en ciertas procesiones públicas y para determinadas y extraordinarias necesidades. Sólo las encontramos en la liturgia dos veces al año: el 25 de abril, fiesta de San Marcos (letanías mayores) y el triduo que precede a la Ascensión (letanías menores).
Las Rogativas de San Marcos son de origen romano y datan, probablemente, del siglo IV. Primitivamente no estuvieron sujetas a día fijo. Fue San Gregorio Magno, en el primer año de su pontificado (590), quien las fijó definitivamente.
Nada tienen que ver con la fiesta de San Marcos, establecida mucho después, ni es necesario, por lo mismo, que coincidan ambas. Si la fiesta de San Marcos se traslada, no por eso se trasladan las Rogativas, a menos que ocurran el mismo día de Pascua, en cuyo caso se tienen el martes siguiente.
Para hacernos propicia la Misericordia de Dios y para alejar los castigos de su indignación contra nosotros, pobres pecadores, reza la Iglesia el día de hoy las Letanías Mayores. Durante la Procesión en que estas se rezan o cantan, es costumbre en muchos lugares bendecir los campos, a fin de que , con la bendición de Dios, nos den los necesarios frutos para la vida.
Estas letanias se rezan en toda la Iglesia para ahuyentar los malos temporales, las guerras, y atraer las bendiciones de Dios sobre las mieses.
*Aconsejamos que aquellas personas que no puedan acudir a la procesión de Rogativas recen particularmente o uniéndose varias personas las Letanías Mayores.
Pidamos con particular fervor al Señor por su Santa Iglesia:
Ut Ecclésiam tuam sánctam régere et conservare dignéris. Te rogamus, audi nos. (Que os dignéis regir y conservar vuestra Santa Iglesia. Te rogamos, óyenos.)
Ut Domnum apotólicum et omnes ecclesiásticos ordines in sancta Religione conservare digneris. Te rogamis, audi nos. ( Que os dignéis conservar en vuestra Religión al Sumo Pontífice y a todos los órdenes de la Jerarquía eclesiástica...)
Ut inimicos santae Ecclesias humiláre digneris. Te rogamus, audi nos.( Que os dignéis humillar a los enemigos de la santa Iglesia...)
Ut omnes errántes ad unitátem Ecclesiae revocáres, et infidéles univérsos ad Evangelii lumen perdúcere digneris. Te rogamus, audi nos. (Que os dignéis llamar a la unidad d ela Iglesia a todos los alejados de ella, e iluminar a todos los infieles con la luz del Evangelio...)
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