REGNUM MARIAE

REGNUM MARIAE
COR JESU ADVENIAT REGNUM TUUM, ADVENIAT PER MARIAM! "La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin límites ni reservas." (San Maximiliano María Kolbe)

sábado, 25 de octubre de 2014

SÁBADO: DÍA CONSAGRADO A MARÍA


Que tu intercesión nos proteja siempre, ¡oh Madre purísima!, y ayúdanos en las necesidades según tus deseos.
Somos desterrados en esta tierra y tenemos ante los ojos siempre nuestro fin, y, así y todo, muchos de los nuestros perecen.
Ayúdanos con tus oraciones, ¡oh Doncella misericordiosa! y sé siempre nuestra abogada para que nuestra mala voluntad no nos pierda.
Bendita y Santa María, ruega a Dios por nosotros, ya que tú le llevaste en el seno, para que se apiade de nosotros por tu intercesión. Amén
  
HONRA A NUESTRA SEÑORA REZANDO EL SANTO ROSARIO


LA VIRGEN DEL SOL


En la Pascua de este hoy no hay la alegría que debiera haber. Los enemigos de Dios están muy contentos y los amigos se muestran demasiado pesimistas.
Los enemigos de Dios están muy contentos porque piensan que han ganado. A fines del siglo último, Nietzshe se jactaba de que “Dios había muerto”. Desde entonces, los enemigos de Dios han dado un salto enorme. El 37 por 100 de la población del mundo está hoy bajo los golpes del martillo o cortada por la hoz del comunismo ateo. En la carta de las Naciones Unidas no figura el nombre de Dios ni se menciona Su Ley moral. El último Congreso de una de las grandes organizaciones mundiales al servicio de la humanidad ha excluído de su preámbulo el nombre de Dios. Los enemigos de Dios pueden vanagloriarse de que en nueve Estados no puede predicarse el Evangelio de Cristo y en los que ha sido crucificado de nuevo y no sólo bajo el letrero escrito en hebreo, griego y latín, sino en la mayor parte de los idiomas del mundo.
Por otra parte, los amigos de Dios se muestran demasiado pesimistas. El ver expulsados de China a 13,000 misioneros y destruida su labor de siglos; a Rusia, tierra en otro tiempo sagrada, violada hoy por unos dictadores que siembran de bombas su camino hacia los tronos proletarios; a Polonia, antes la Irlanda del Este, reducida a un guiñol en manos ateas; el pulpo rojo extendiendo sus tentáculos para entenebrecer las inteligencias, contaminar la verdad, transformándola en mentira y llamando luz a la oscuridad, lleva a los amantes de Cristo Crucificado a exclamar en su turbación: “Domine, usquequo?”
¿Y qué otra cosa es ese falso optimismo de los enemigos de Dios y esa turbación injustificada de sus amigos sino la repetición de cuanto fue sucediendo en los últimos días de la vida terrena de Jesucristo cuando sus enemigos estaban demasiado contentos y sus amigos extremadamente pesimistas? ¡Los enemigos del Señor se mostraban demasiado optimistas! Por medio de la agitación y propaganda entre las masas y de demostraciones organizadas ante el palacio del Gobernador, decían a un político claudicante: “No queremos que este hombre sea nuestro rey.” Y ante Nuestro Señor, crucificado como un vulgar delincuente, dispararon sus injurias, que sonaban a vanagloria de su triunfo y la completa derrota del Señor. Le echaban en cara que había predicho que destruiría el templo y que lo reconstruiría y, en cambio, permanecía en pie como testigo contra Su vanagloria. Le reprochaban que habiendo librado a otros de sus males, no pudiese librarse Él de la cruz. Le recordaban que había dicho que era Rey, pero que en realidad lo era de la burla, con una corona de espinas por diadema, con un clavo por cetro y con una crucifixión en lugar de la ceremonia de coronación. Le enfrentaban diciéndole que su pretensión de ser Hijo de Dios no pasaba de ser una estúpida majadería desde el momento en que su pretendido Padre no acudía en su ayuda.
Bajado Jesús de la Cruz, José de Arimatea se apresuró a presentarse decidido a Pilatos para pedirle el sagrado cuerpo del Señor. Los Evangelios ponen en labios de José la palabra griega “soma”, que indica respeto por un cuerpo muerto, mientras que Pilatos, llevado de su optimismo, convencido de que el poder del César no declinaría nunca, repuso a José con la palabra “ptoma”, que significa cadáver o inmundicia. El optimismo final de los enemigos culminó con la colocación de guardianes, no para impedir la Resurrección, sino para evitar que los Apóstoles, después de robar el cuerpo, pudieran decir que había resucitado de entre los muertos. En fin, parecían haber triunfado definitivamente, y para mayor escarnio, ruedan un voluminoso bloque hasta la puerta de la tumba, y Quien se había llamado “piedra” estaba aprisionado por una piedra. Paro no levantarse ya más. Mucho antes de que Nietzsche escribiera su primer renglón blasfemo, ya los enemigos de Jesucristo habían celebrado su aparente victoria: Dios había muerto.

Por otra parte, los amigos de Jesús estaban muy desmoralizados y pesimistas. Aunque habían oído decir al Señor que resucitaría al tercer día de después de su muerte, no lo creían. Las mujeres iban al sepulcro con perfumes que habían preparado, no para festejar al Señor Resucitado, sino para ungir su cuerpo muerto. Muy lejos de esperar la resurrección, se decían: “¿Quién nos apartará la piedra del sepulcro?” La misma María Magdalena que había resucitado de la muerte del pecado a la renovación de la vida divina, y que había oído decir al Señor que Él era la Resurrección y la Vida, acudió con perfume y lloros, pero no de alegría esperando la resurrección, sino de pena por haber muerto el amado. Y al encontrar vacío el sepulcro, no piensa que hubiese podido resucitar, sino que contesta al Ángel, que llora porque se han llevado al Señor y no sabe ella dónde lo han podido poner. Y cuando se le aparece el Señor en el huerto, ni siquiera levanta la mirada y trata de señor a la persona que a ella se le figura el hortelano y le dice: “Si te lo has llevado tú, dime dónde lo has colocado, para ir yo por Él.” La santa esperaba encontrar un cadáver al que dar nueva sepultura; no estaba preparada para enfrentarse con el vencedor de la muerte. Pero al hablarle el Señor, Lo reconoce al momento y le llama con el nombre de Sus íntimos: “Rabóni”, ¡Maestro!, y se apresura a comunicar la noticia a Pedro y a Juan, quienes no la creen y toman sus palabras por “fantasías de mujer”. En la tarde del día de Pascua, yendo como compañero de viaje por el camino de Emaús con dos de sus discípulos, Jesús los ve abatidos por el desaliento, motivado por el hecho de haber transcurrido tres días desde Su Muerte; y temen que no sea el Redentor de Israel, conforme lo habían creído. Y siete días después afirmaba el apóstol Santo Tomás que no creería la noticia de la resurrección del Señor hasta no meter los dedos en Sus manos y su mano en el costado. Aparecióse Jesús en aquel preciso instante, y le dijo: “Mete aquí tu dedo y examina mis manos. ¡Alarga tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente!” Con toda evidencia, lo que menos se esperaban los Apóstoles y los seguidores del Señor, era Su Resurrección. Se les apareció en su niebla, al disiparles su temor les dijo: “¿Por qué están turbados y por qué abriga su corazón tantos recelos?”
Pido que en este día de Pascua repita el Señor a sus amigos: “¿Por qué están tan deprimidos, abatidos, y por qué esta turbado su corazón?” Alégrense de que en el mundo existan negruras y persecuciones. ¿No dijo el Maestro que del mismo modo que le persiguieron a Él perseguirían también a sus seguidores? ¿Es que hemos perdido la cristiana virtud de la esperanza? ¿Por qué ha de ser nuestra conducta diferente de la de los cristianos del primer siglo de nuestra era? También miraban ellos el mundo con recelo, esperándose de un momento a otro su fin, precedido por la venida de Jesucristo y el juicio. Pero lo esperaban animosamente: buscaban las cosas más elevadas con fe en la Resurrección.
Hoy, por el contrario, son mayoría los que, de la Resurrección, anhelan la seguridad más que la felicidad. Son o somos como los que durante una travesía marítima se preocupan más del chaleco salvavidas que del camarote, o que en un viaje aéreo se interesan más por el paracaídas que por la hermosura del cielo de Dios, o que en un viaje por ferrocarril piensan más en que haya puestos de socorro que en la excursión que están efectuando. Digamos, en cambio, con San Pablo: “Si Cristo no ha resucitado, somos los seres más miserables del mundo.” ¿Cómo podemos creer que Dios reserve a sus enemigos todas las satisfacciones y alegrías y a sus hijos todos los lutos y contrariedades? ¿Estamos condenados acaso a colgar nuestras armas en los sauces llorones, a entonar tan sólo dolorosos lamentos, mientras los hijos de Satanás rían y triunfen? ¡Oh, no! Vayamos a Dios y llamémosle “Padre”, como hijos suyos que somos por adopción, que no es lo mismo que por esclavitud. ¡No temamos! Estemos plenamente convencidos de que Quien entró en el sepulcro era la mismísima Verdad, y que la Verdad, pisoteada resurgirá nuevamente de manera irresistible.
Dostoievsky cuenta la siguiente anécdota de dos hombres que estaban observando el cuadro de Holbein “El descendimiento de la Cruz”. Decía uno: “Me gusta contemplar este cuadro.” Respondióle el otro: “Muchos han perdido la fe por causa de esta obra.” Y con razón. Ese cuadro destruirá la fe de un materialista, de un ateo, de un comunista y de todos los que crean que después de la muerte ya no hay nada más. Si Cristo murió y no resucitó, no cabe pensar ni en la bondad de Dios ni en la de los hombres. Pero si Quien escogió lo peor de la vida, venció, el mal no podrá prevalecer nunca. ¡Alegrémonos porque Quien estaba muerto vive ahora; y aunque toquen las campanas por la ejecución de la Iglesia, la ejecución quedará eternamente aplazada.
¡No pierdan el ánimo los que crean en la Resurrección! Acuérdense que la Iglesia, lo mismo que Jesús, no sólo tiene una vida continuada, sino que ha sobrevivido a millares de crucifixiones a través de otras tantas resurrecciones. Aunque se haya bajado el telón de acero contra el Evangelio de Jesús en Rusia y el de bambú contra la Iglesia en China, estén seguros de que Quien rompió la Piedra, inflingiendo a la tierra la única herida grave recibida de ella, de una tumba vacía, levantará un día los telones, disipará la oscuridad que precede a la luz y Quien creían que estaba muerto volará en alas de la mañana.
No se dejen desmoralizar por el pensamiento de la bomba atómica, preguntándose despavoridos: “¿Moriremos”, sino que, por el contrario ante la luz de la Redención, habremos de preguntarnos: “¿Resucitaremos?” Aunque los sabios modernos puedan llevarse el átomo del sol para despedazarlo y dividirlo, recuerden que en Fátima se apareció la Virgen con el Sol a merced suya para que nos fijáramos en que el sol y sus rayos le pertenecen a Ella y a la vida, y no a los ateos y a la muerte.
Si oyen hablara de la maldad diabólica de unos hombres cuya bandera está enrojecida con la sangre de sus víctimas; si oyen hablar de los que martirizan los cuerpos y las almas, creando lo que podríamos llamar martirios áridos, como el de Mindszenty, Stepinac y Beran, estén seguros de que las mentes hechas pedazos y los cuerpos macilentos provocarán un castigo del cielo más fuerte que el originado por la sangre del inocente Abel y que alboreará un nuevo día de esperanza cuando estos varones perseguidos entonen un “requiem” en la tumba de los que ganaron una batalla y perdieron la guerra.
Dios no consiente nunca el mal sin sacar de él un bien. El comunismo es un mal, pero para la Divina Providencia puede convertirle en el fertilizante de una nueva civilización; la muerte se ha extendido por el mundo durante el invierno de su insatisfacción para preparar a la tierra inerte a revelar sus secretos en la nueva primavera del espíritu.
Puede darse que en este segundo milenio de historia cristiana se encuentre el mundo en los dolores de un nuevo nacimiento y que el mensaje cristiano vaya desde el Occidente al Oriente. Dentro de poco, el crucificado Cuerpo Místico de Cristo tenderá Sus manos sangrantes a los japoneses, que pondrán en ellas sus flores de loto para trasmutar las heridas del odio en las llagas cicatrizadas del amor. A los chinos les llevará Su cuerpo contusionado y lacerado para que los lisiados, paticojos, ciegos y famélicos tiendan sus manos curadas ya después de haber hecho desaparecer de nuestra vista los vestigios que quedaban de una noche ida para siempre. A los pueblos de la India les mostrará la llaga abierta de Su costado, y ellos, que han buscado la paz en un Nirvana e inconsciencia acudirán por fin a Su Corazón con el amor que es la salvación para el alma. Finalmente, penetrando en la oscuridad a través de una corona de espinas, se dirigirá al África y a los pueblos de la Virgen negra, y esos africanos Le sacarán las espinas y Lo coronarán de flores y de capullos, tan blancos como sus almas y tan perfumados como su fe.
¡No se desanimen! Recuerden que su Rey, aunque tambaleándose a veces en Su trono y concediendo al mal sus horas, vence siempre en la contienda. Digan con San Pablo:
“¿Quién nos separará del amor de Cristo?”, ¿la tribulación o la angustia?, ¿el hambre, la desnudez, los peligros, la persecución o la espada? Estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni los Ángeles, ni los Principados, ni las Virtudes, ni cosas actuales o futuras, ni poderes, ni alturas, ni profundidades, ni criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús Señor Nuestro.
¡Por el amor de Jesús!
Monseñor Fulton Sheen

lunes, 20 de octubre de 2014

ENSEÑANZAS TERESIANAS




EN LA IGLESIA PREVALECE EL GRAN SILENCIO



6. El arsenal nuclear del Infierno
Septiembre 25, 2014
María
Hay fuegos del infierno que el mundo todavía no ha visto. El comienzo del fuego sólo se ha elevado. El infierno comenzó en los corazones de los ángeles caídos. Ellos fueron creados para amar a Dios, pero eligieron amarse sólo a sí mismos. Este fuego es un odio intenso por ellos mismos.
Ellos no quisieron la Presencia de Dios, así que se congregaron en su propio odio.
¡Qué reino! Criaturas sumamente inteligentes y poderosas están enlazadas inexorablemente entre sí por el fuego del odio. El amor y la amistad no existen en el Infierno. Todos son enemigos.
De esta caldera de odio inimaginable surge la destrucción y el sufrimiento en la Tierra. La puerta se abrió por la misma rebelión del hombre y la negativa a servir a Dios. Los efectos pueden ser vistos por todos, especialmente en el odio intenso y la violencia del Medio Oriente. El odio, el sufrimiento, la destrucción —son éstos signos claros de la presencia y del poder del Infierno.
Yo enseño todo esto para enfatizar la incapacidad absoluta de la humanidad para apagar estos fuegos. Algunas veces, los esfuerzos humanos se multiplican y propagan los incendios. Ahora, llego al meollo de Mi enseñanza —las armas nucleares. En todos estos conflictos, se han utilizado armas convencionales. Su poder es grande, pero aún limitado.
Aunque Satanás aún no ha sacado su arsenal nuclear, las armas se están construyendo y pronto encontrarán su camino en las manos de aquellos que las van a usar muy gustosamente.
En ese momento, el mundo llegará a un punto al que no ha llegado nunca antes, las armas nucleares en posesión del mismo Infierno. Es ésa la combinación a la que se le debe temer.
Las personas van a preguntar: “¿Qué vamos a hacer?” Yo siempre respondo que no existen soluciones humanas, pero el Cielo hará caer otro Fuego, un Fuego más poderoso. El Padre Celestial ya ha colocado este Fuego en Mi Corazón Inmaculado. Durante casi un siglo, Yo he estado hablando de estas Llamas y de todas las bendiciones que contienen. Una y otra vez, Mi mensaje central ha sido acerca de la paz mundial. Estas Llamas deben emerger. ¿Pero quién clama haberlas liberado? En la Iglesia especialmente prevalece el gran silencio. Los cambios deben ocurrir rápidamente. Yo no quiero la aniquilación de las naciones.
Comentario: Gracias a Dios que hasta ahora, todo el odio del hombre se ha expresado sólo por medio de armas convencionales.
7. Procurando destruir a todos
Septiembre 26, 2014
María
El Infierno procura controlar todo y cada aspecto de la Tierra. La Tierra es un reino de mucha codicia. La Tierra es muy distinta del Cielo y del Infierno. En la Tierra todos viven en el tiempo.
Hay un pasado, un presente y un futuro. La Tierra tiene una historia de acontecimientos y el Plan de Dios para la Tierra se desarrolla día tras día. El Infierno ve su gran oportunidad. Puede interferir, modificar e incluso destruir ese plan. Para el Infierno, la Tierra es un lugar donde puede vengarse de Dios y robarle sus propias criaturas. Ésta es la realidad que estoy tratando de revelar.
El Infierno procura controlar todo, cada evento y cada aspecto de la Tierra. El Infierno es implacable. No tiene libre albedrío. Va derecho por un camino que no elige, un camino de odio absoluto. De por sí, cada persona debe ser su objetivo. El Infierno determina el nivel individual, el nivel nacional e internacional. Traza el corazón de cada persona y las reuniones de los líderes mundiales. Sus planes son totales. Cada aspecto de la vida humana es analizado. Cada parte de su plan encaja. Así es el reino del Infierno, acerca del cual el hombre conoce tan poco y está totalmente indefenso.
¿He expresado Mi caso? ¿Ven ahora cuán importante es el Fuego en Mi Corazón Inmaculado? ¿No Me quieren como su compañera de viaje? ¿No es imprudente que la Iglesia Me haya marginado? Yo he transmitido Mi propósito y he revelado los secretos del Infierno. Que estas letras salgan a la luz. Ahora voy a revelar los secretos del Cielo y las etapas que el Padre quiere que ocurran.

Comentario: La comprensión de los poderes y del alcance de la influencia del Infierno nos deberían llevar a buscar la ayuda del Cielo. 

viernes, 17 de octubre de 2014

SABER LEER LOS SIGNOS DE NUESTROS TIEMPOS


3. Hechos que afrontar con el Infierno
Septiembre 22, 2014
María
Antes de llevarte a las conclusiones importantes, debo enfrentarte cara a cara con este reino del Infierno, pues realmente es un reino, con una jerarquía y miembros muy compactos y bajo el liderazgo de satanás, cuyo nombre como ángel era Lucifer, portador de luz.
Tengo que abrirte los ojos y debes ver. No puede haber malentendidos, no afirmes que el reino del Infierno es sólo un nombre para males impersonales que inevitablemente ocurren en los acontecimientos humanos. No, el reino del Infierno son personas. Los ángeles caídos son personas con inteligencia y libre voluntad. Ellos han usado su libre albedrío para rechazar la luz y para escoger la oscuridad; para rechazar el amor y escoger el odio; para rechazar el servicio y escoger la soberbia. Ellos están unidos uno al otro por su “No” a Jesucristo y a Su Reino de Luz. Contienen toda maldad posible y sólo buscan verterla sobre la humanidad de la cual son extremadamente celosos porque las personas humanas tienen la oportunidad de reemplazarlos en sus tronos celestiales.
Este reino de total oscuridad y completo mal constantemente irrumpe en la historia humana, destruyendo el bien y promocionando la destrucción. Este reino es inteligente y poderoso, siempre se mantiene oculto a menos que sirva para su propósito darse a conocer y ver.
Inconscientes de este inteligente, poderoso, malvado, destructivo y bien organizado reino, los seres humanos cooperan con él, encuentran algunos aspectos atractivos, incursionan en sus poderes y abren sus corazones para llegar a ser miembros.
Todo esto, lo explicaré con más detalle.
Comentario: Nuestra Señora intenta advertirnos del enemigo que quiere destruirnos.
4. Convirtiendo el mundo en un Infierno
Septiembre 23, 2014
María
Vamos a penetrar hasta el mismo corazón del Infierno, que es el libre albedrío de
todos los ángeles que rechazaron la luz. Por propia elección de su voluntad ellos se llenaron de un fuego inextinguible. Dios los hizo personas angélicas con la más aguda inteligencia y la más firme voluntad, poderosos ángeles a Su imagen y semejanza, superando con creces a cualquier persona humana. Es imposible concebir la perfección de los seres angélicos o de los grandes poderes que recibieron.
Sin embargo, cuando fueron invitados a usar estos poderes por amor y por servicio, ellos se cegaron por sus propias perfecciones y gritaron a una sola voz, “¡No serviremos!" Inmediatamente, todos sus grandes poderes se revirtieron contra ellos mismos.
Su libre elección inició un fuego eterno, debido a que sus voluntades eligieron sólo a ellos mismos.
En ese momento, el Infierno comenzó en el corazón de cada ángel caído. Ellos se odiaban a sí mismos y entre sí y se unieron en este fuego de odio. Así son las llamas del Infierno, que ahora se extienden tan rápidamente en la historia humana y que pueden ser vistas por todas partes.
No digan que los fuegos destructivos de Siria, de Irak, del Estado Islámico, de Ucrania y Gaza son fuegos humanos. Son las llamas del Infierno, fluyendo de los corazones de aquellos que están convirtiendo el mundo entero en un infierno. Éste es el misterio que estoy tratando de revelar.
Comentario: La destrucción del mundo sólo puede ser entendida y derrotada por aquellos que creen en el Infierno. ¡Todos los demás no saben lo que está pasando! 
5. Satanás usa la revolución Siria
Septiembre 24, 2014
María
El mundo está en la ignorancia total de estos poderes destructivos que estoy describiendo. Estas verdades están relegadas para sus novelas y películas de ficción que se mueven en un solo plano, como si fueran una realidad de una dimensión.
Rechazan la realidad Celestial y el poder del Infierno. Ahora, como el Infierno se siente poderoso y capaz de manifestarse en las noticias, el mundo y sus líderes no tienen respuestas.
Así que Yo debo usar estas Locuciones para recalcar Mi mensaje básico.
Todos los acontecimientos destructivos que ahora constituyen los titulares, las guerras, las ejecuciones y los vastos y masivos sufrimientos humanos que siguen, vienen del Infierno. No tienen una fuente humana. Los seres humanos consciente o inconscientemente son simplemente instrumentos del Infierno. La conclusión importante es la siguiente.
Su intelecto humano es tan deficiente que ustedes nunca tendrán una estrategia para derrotar estos males. Ellos los desconciertan. Los hacen dar vueltas en círculos. Un año ustedes van en una dirección. Un año después, van en otra. Arman a sus amigos y ellos se convierten en sus enemigos. Ni siquiera saben quién es quién. No están seguros a quién deberían bombardear o a quién deberían armar. Ni siquiera saben los nombres de todos los grupos, ni cómo interactúan ellos.
¿A quién debería Yo culpar? Hace tiempo que han dejado de lado su fe y la ayuda celestial.
Ustedes han construido su propio mundo y enseñado a sus hijos a ser seculares.
Ahora están desprovistos como un soldado desarmado enfrentando a un enemigo mortal.
A medida que sigan los acontecimientos, estas Locuciones crecerán en importancia.
Recuerden que ellas comenzaron con la revolución egipcia (enero de 2011). Ésa fue Mi señal para las Locuciones de que estas Palabras tenían que hacerse públicas. Ése fue el comienzo, pero fue la revolución siria la que encendió la mecha. Yo hablé hace un año sobre esto (23 y 26 de agosto, 2013). Ahora ustedes pueden ver todos los males que han seguido.
Yo no he abandonado al mundo. Estas Locuciones son una prueba de Mi atención a Mis hijos.
Oh, lector, no creas que tus oraciones y sacrificios sean pequeños. Son importantes para Mí.
Especialmente tu amor Me consuela. Sigue con tus pequeñas devociones. Mis grandes dones no se han liberado. Oh, ¿cuándo consagrará el Santo Padre a Rusia? Yo espero, pero también Me preparo activamente para ese momento.
Comentario: Las Locuciones se profundizan y se hacen mucho más graves. Una gran guerra entre el Cielo y el Infierno está a punto de estallar en la Tierra. Los signos se están haciendo evidentes para todos. 

ENSEÑANZAS TERESIANAS