REGNUM MARIAE

REGNUM MARIAE
COR JESU ADVENIAT REGNUM TUUM, ADVENIAT PER MARIAM! "La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin límites ni reservas." (San Maximiliano María Kolbe)

miércoles, 11 de octubre de 2023

DISTINCIÓN EN LA IGLESIA DE DIOS ENTRE EL CLERO Y EL PUEBLO

 

DEL DISCURSO DE SU SANTIDAD JUAN XXIII
EN LA SOLEMNE INAUGURACIÓN
DEL PRIMER SÍNODO DIOCESANO DE ROMA

Asistentes al Sínodo

Al llegar a este punto de nuestro discurso tenemos que hacer una observación, venerables Hermanos y queridos hijos.

El próximo Sínodo Diocesano es una reunión de eclesiásticos, y únicamente de eclesiásticos perteneciente al clero diocesano secular y regular. Cuando comiencen las actividades del Sínodo, un Prelado invitará a salir a todos los seglares: Exeant omnes, como para indicar la distinción en la Iglesia de Dios entre el clero y el pueblo. ¿Quiere decir esto acaso distancia y separación entre clero y fieles, entre sacerdotes y seglares?

En realidad, de verdad, ninguna separación. Pero hay que recordarlo. La Iglesia santa de Cristo es una sociedad perfecta en la que todos sus miembros participan de todos los beneficios, de los tesoros espirituales de su sagrado patrimonio de doctrina y de gracia. Y puesto que se trata de un organismo vivo, todos los elementos e instrumentos están ordenados y calificados de tal manera que respondan al fin sobrenatural, el cual, aunque inmerso en lo terreno, se eleva hacia la eternidad. Esto entraña una clara distinción, pero no separación, entre el clero y el pueblo. Al clero incumbe una función de dirección y santificación de todo el cuerpo social, para lo cual se necesita un llamamiento, una vocación divina y una consagración. También se invita al pueblo cristiano a la misma participación de la gracia divina. Pero el Señor Jesús, Verbo de Dios, hecho Hombre para salvación de todo el mundo, ha confiado la distribución de esta gracia al sacerdocio, al orden sacerdotal, instituido específicamente para ejercer esta altísima función de mediación entre los cielos y la tierra para bien y santificación del pueblo que toma su nombre de Cristo.

AAS 52 (1960) 180-190

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