El misterio que rodea a la Santísima Virgen María
como “Corredentora del linaje humano” es doctrina
común y patrimonio de la fe católica por la que los Papas
contemporáneos se han pronunciado bajo ese mismo título,
además de que ha sido ampliamente explicada y definida
por ilustres teólogos de la más alta respetabilidad dentro de
la Iglesia.
El Concilio Vaticano Segundo no se equivocó al
enseñar la doctrina de la corredención mariana en Lumen Gentium 58, afirmando que: “Así avanzó también la
Santísima Virgen en la peregrinación de la fe, y mantuvo
fielmente su unión con el Hijo hasta la cruz, junto a la cual,
no sin designio divino, se mantuvo erguida, sufriendo profundamente con su Unigénito y asociándose con entrañas
de madre a su sacrificio, consintiendo amorosamente en
la inmolación de la víctima que ella misma había engendrado”.
El Santo Padre Juan Pablo II aplicó este mismo
párrafo sobre la corredención mariana del Concilio, como
tema principal de su Encíclica mariana Redemptoris Mater en
1987, y que con justa razón llama “Madre del Redentor.”
Es de todos sabido que el Santo Padre ha usado repetidamente el título de “Corredentora” y “Corredentora del linaje
humano,” en varios de sus discursos y homilías dirigidas al
Pueblo de Dios a lo largo de su papado.
El Dr. Mark Miravalle, mariólogo de la Universidad
Franciscana de Steubenville, ha realizado enormes esfuerzos
académicos con el fin de proporcionarnos una impecable
y bien documentada historia o “relato” de la Santísima
Virgen Corredentora, aunque en un formato conciso. Por
esta razón, “Con Jesús” es una obra intelectual al alcance de
cualquier lector contemporáneo que busque sinceramente
examinar, a la luz de las Escrituras, la Tradición y las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, esta doctrina católica.
Además, “Con Jesús” es una obra de amor inspirada y salida
del corazón, en la que el autor ha querido expresar sus sentimientos hacia su Madre, la Corredentora, sin menoscabo
de la objetividad de este excepcional y bien documentado
estudio teológico e histórico.
Y es que realmente ¿cómo podría algún fiel católico
dudar de este título tan apropiado de Corredentora para Nuestra
Santísima Madre, cuando a lo largo de la historia de la Iglesia
una letanía de papas, santos, beatos, místicos, doctores de la Iglesia
y teólogos del Concilio se han pronunciado a favor, incluyendo
al Papa Juan Pablo II cuyos pronunciamientos se incluyen en la
presente obra?
El título no constituye ninguna amenaza a la primacía del Redentor, pues ya el mismo San Pablo hace un
llamado a los cristianos para que sean “colaboradores” de
Dios (1Cor.3,9), por lo que todos estamos llamados a participar en la obra de la redención y nuestro más excelso
e inmaculado ejemplo lo tenemos en Nuestra Señora
Corredentora.
¿Cuándo definirá el Santo Padre esta doctrina de
Corredentora? es sólo cuestión de tiempo. La doctrina a
lo largo de la historia del catolicismo ha pasado por un
consistente proceso de desarrollo, que eventualmente deberá fructificar de manera perfecta llevándola a un nivel
de dogma católico, y la proclamación del Papa conducirá a
que la Iglesia, tanto interna como externamente y fuera de
los confines visibles, pueda tener una mejor comprensión
de esta doctrina mariológica. La corredención mariana,
constante en las enseñanzas de los ilustres Padres y Doctores de la Iglesia, también está contenida en la poderosa
oración del Santo Rosario, especialmente en los misterios
de la anunciación, la presentación y la crucifixión, mismos
que son meditados y ampliamente aceptados por el sensus
fidelium.
Las controversias en torno a su definición dogmática
son resultado natural de cualquier persona estudiosa de la
historia de los dogmas marianos, y para ello baste recordar
el dogma de la Madre de Dios durante el Concilio de
Éfeso en el año 431, y el de la Concepción Inmaculada en
1854. Por lo que, de las tormentas surgidas por los debates
teológicos, se formará finalmente el arcoiris que lleve a su
definición y que, habiendo sido purificado en la tormenta,
dé como resultado un dogma de fe mariano más claro,
preciso y cuidadosamente esculpido.
Ruego a Dios que este trayecto que estás a punto de iniciar “Con Jesús,” resulte en una lectura llena de gozo
que logre encender tu corazón y mente -y la de muchos
más- para que tu amor por la Virgen Madre, quien sin duda
permitió que su alma fuera traspasada por ti (Lc. 2,35), se
vaya incrementando cada vez más. Asimismo, ruego a Dios
que esta pequeña obra se recomiende ampliamente a los
amigos y familiares que aún no han llegan a “contemplar a
su Madre” (Jn. 19,27). Pero ante todo, pido que te unas en
oración, especialmente con la oración del Santo Rosario,
para que la proclamación dogmática del Papa a la verdadera
corredención de Nuestra Señora con Jesús, se logre en un
futuro no muy lejano.
Cardenal Edouard Gagnon, P.S.S. (+)Presidente Emérito, Cosejo Pontificio para la Familia
Presidente Emérito, Comité Pontificio de Congresos Eucarísticos Internacionales
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