No te asuste la cruz. La prueba más cierta de amor consiste
en sufrir por el amado y, si Dios por tanto amor sufrió tanto dolor, el dolor
que se sufre por él resulta tan amable como el amor. En las aflicciones que el
Señor te regala, sé paciente y confórmate al Corazón divino con alegría,
sabiendo que todo es una broma continua del amante.
Las tribulaciones, las cruces han sido siempre la herencia y
la porción de las almas elegidas. Cuánto más quiere Jesús elevar un alma a la
perfección, tanto más le aumenta la cruz de la tribulación… Cuanto más
atribulada estés, tanto más debes alegrarte porque el alma en el fuego de las
tribulaciones se convertirá en oro fino, digno de ser colocado para brillar en
el palacio del cielo.
(Santo Padre Pío)
(Santo Padre Pío)
No hay comentarios:
Publicar un comentario