Homilía del Santo Padre 13-1-14
El
amor de Dios ajusta nuestras equivocaciones, nuestras historias de pecadores,
porque no nos abandona jamás, incluso si nosotros no comprendemos este amor. Lo
afirmó el Papa al celebrar esta mañana la Santa Misa en la capilla de la Casa
de Santa Marta, en el primer lunes del Tiempo ordinario.
Jesús
llama a Pedro, Andrés, Santiago y Juan: están pescando, pero dejan
inmediatamente las redes y lo siguen. Al comentar el Evangelio del día, el Papa
subrayó que el Señor quiere preparar a sus discípulos para su nueva misión. “Es
precisamente de Dios, del amor de Dios” – dijo el Papa Francisco – “preparar
los caminos… preparar nuestras vidas, para cada uno de nosotros. Él no nos hace
cristianos por generación espontánea: ¡Él prepara! Prepara nuestro camino,
prepara nuestra vida, con tiempo”:
“Parece
que Simón, Andrés, Santiago y Juan hayan sido aquí elegidos definitivamente,
¡sí han sido elegidos! ¡Pero ellos, en este momento no han sido definitivamente
fieles! Después de esta elección se han equivocado, han hecho propuestas no
cristianas al Señor: ¡han renegado al Señor! Pedro de modo superlativo, los
demás por temor: están asustados y se van. Han abandonado al Señor. El Señor
prepara. Y después, tras la Resurrección, el Señor ha debido continuar este
camino de preparación hasta el día de Pentecostés. Y después de Pentecostés
también, algunos de éstos – Pedro, por ejemplo – se ha equivocado y Pablo ha
tenido que corregirlo. Pero el Señor prepara”.
De
este modo – prosiguió el Papa – el Señor “nos prepara desde tantas
generaciones”:
“Y
cuando las cosas no van bien, Él se implica en la historia y ajusta la
situación y va adelante con nosotros. Pero pensemos en la genealogía de
Jesucristo, en aquella lista: éste genera a éste, éste genera a éste, éste
genera a éste… En aquella lista de historia hay pecadores y pecadoras. ¿Pero
cómo ha hecho el Señor? Se ha implicado, ha corregido el camino, ha regulado
las cosas. Pensemos en el gran David, un gran pecador y después un gran santo.
¡El Señor sabe! Cuando el Señor nos dice ‘Con amor eterno, Yo te he amado’ se
refiere a esto. Desde tantas generaciones el Señor ha pensado en nosotros, ¡en
cada uno de nosotros!”.
“Me
agrada pensar – afirmó el Papa – que el Señor tenga los sentimientos de la
pareja que está en espera de un hijo: lo espera. Nos espera siempre en esta historia
y después nos acompaña durante la historia. ¡Éste es el amor eterno del Señor;
eterno, pero concreto! También un amor artesanal, porque Él va haciendo la
historia, va preparando el camino a cada uno de nosotros. ¡Y éste es el amor de
Dios” que “nos ama desde siempre y jamás nos abandona! Oremos al Señor para
conocer esta ternura de su corazón”. Y esto – observó Francisco es “un acto de
fe” y no es fácil creer esto:
“Porque
nuestro racionalismo dice: ‘¿Cómo el Señor, con tantas personas que tiene, piensa
en mí? ¡Pero me ha preparado el camino a mí! Con nuestras mamás, nuestras
abuelas, nuestros padres, nuestros abuelos y bisabuelos… El Señor hace así. Es
éste su amor: concreto, eterno y también artesanal. Oremos, pidiendo esta
gracia de comprender el amor de Dios. ¡Pero no se lo comprende jamás! Se
siente, se llora, pero entenderlo desde acá, no se lo entiende. También esto
nos dice cuán grande es este amor. El Señor que nos prepara desde hace tiempo,
camina con nosotros, preparando a los demás. ¡Está siempre con nosotros!
Pidamos la gracia de entender con el corazón este gran amor”.
Fuente: www.news.va
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