REGNUM MARIAE

REGNUM MARIAE
COR JESU ADVENIAT REGNUM TUUM, ADVENIAT PER MARIAM! "La Inmaculada debe conquistar el mundo entero y cada individuo, así podrá llevar todo de nuevo a Dios. Es por esto que es tan importante reconocerla por quien Ella es y someternos por completo a Ella y a su reinado, el cual es todo bondad. Tenemos que ganar el universo y cada individuo ahora y en el futuro, hasta el fin de los tiempos, para la Inmaculada y a través de Ella para el Sagrado Corazón de Jesús. Por eso nuestro ideal debe ser: influenciar todo nuestro alrededor para ganar almas para la Inmaculada, para que Ella reine en todos los corazones que viven y los que vivirán en el futuro. Para esta misión debemos consagrarnos a la Inmaculada sin límites ni reservas." (San Maximiliano María Kolbe)

viernes, 25 de julio de 2014

VUELVE A NOSOTROS ESOS TUS OJOS MISERICORDIOSOS


Virgen Inmaculada,
Mujer vestida de sol,
Madre de Dios y Madre nuestra,
confiadamente acudimos a Ti 
y llamamos a las puertas de tu Corazón Inmaculado
para que escuches el clamor de tus hijos.
Tú eres la Reina Soberana del cielo y de la tierra.
En tus manos ha puesto el Señor el cetro real
para que pises la cabeza de la serpiente infernal,
para que te obedezcan las legiones angélicas
y para que con amor de Madre ampares
y protejas a los redimidos por la Cruz 
y por la Sangre de tu Divino Hijo.
En esta hora de tribulación,
en la que millones de cristianos
viven bajo el terror de la persecución,
de la violencia y hasta del martirio,
vuelve hacia nosotros esos tus ojos misericordiosos.
Fortalece la fe de los cristianos perseguidos.
Sostenlos en la lucha y confórtalos en la  prueba.
Ampáralos en la calamidad y consuélalos 
en todos sus sufrimientos.
Haz que su sangre y su dolor sea semilla de nuevos cristianos,
y que su pasión, unida a la Pasión de Cristo,
contribuya a la salvación de los pobres pecadores,
y a que los infieles se conviertan a la santa fe cristiana.
Detén con tus manos maternales a los violentos
para que la paz reine en los corazones 
y entre todos los pueblos.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
 oh Dulce Virgen María!

No hay comentarios:

Publicar un comentario